Alfredo Eidelsztein lleva 50 años estudiando a Sigmund Freud y a Jacques Lacan. Este investigador y psicoanalista argentino tiene una docena de libros publicados al inglés, al italiano y al francés . «El origen del sujeto en psicoanálisis» es su primer libro traducido al francés en la editorial L´Harmattan. Un libro sobre el controvertido psicoanalista francés Jacques Lacan.
«Lacan es muy francés y los colegas franceses lo toman como casi una propiedad, pero luego de 40 años de su fallecimiento ya no hay límites territoriales de lectura, con lo cual a esta altura somos todos candidatos a leerlo», explica Eidelsztein.
El objetivo del trabajo del investigador es disipar la ambigüedad que existe entre el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud y el psicoanalista Jacques Lacan.
«La gran diferencia es que para Freud todo se origina en el cuerpo biológico, las pulsiones de vida y muerte, las primeras experiencias de satisfacción e insatisfacción que se registran en cada uno. Eso es Freud. Lacan, por su parte, propone que todo se inicia en el campo del otro, o sea el lenguaje, la sociedad, la cultura y que cada uno de nosotros viene a alojarse en un lugar particular dentro de ese sistema. Pero que en realidad la base de sustentación es el discurso», explica Eidelsztein, que introdujo en el psicoanálisis el término «desambiguar» a Freud y Lacan.
Lacan fue apartado del psicoanálisis francés. Eidelsztein sostiene que nadie le entendió. «Lo que ha quedado establecido es que Lacan toma a Freud, lo refresca un poco y continúa», nos expica. Sin embargo, defiende que Lacan lo que propuso es «retourner», lo que en francés puede interpretarse como volver o dar la vuelta y el investigador argentino está convencido de que se refiere a darle la vuelta y no a volver a él.
Pero no se trata de un problema simplemente de confusión de términos, sino de espíritu y de época, según Eidelsztein.
«Lo que siempre termina triunfando es Freud y el modelo freudiano. En ese sentido, hay que decir que vivimos en un mundo muy biologicista. O sea que para todos es muy fácil pensar que nos originamos en el cuerpo. El hambre, la sed, el deseo sexual. Y entonces las pastillas o las drogas se insertan en una estrategia. O sea, el psicoanalista fue arrastrado por la época en una corriente muy biologicista«, defiende.
El psicoanalismo pierde fuerza en Europa
En Europa, el psicoanálisis ha entrado en declive en favor de otras terapias que vienen de otros horizontes, tal vez más alternativas y no tan centradas en esa terapia tan europeo centrista.
«Mi impresión es que en Europa sí´, pero en Latinoamérica no. En Brasil y en Argentina tiene un crecimiento sostenido y notable. Mi impresión es que la decadencia del psicoanálisis en Europa es porque la actitud del psicoanálisis es decadente», explica.
«Quedó ortodoxo», agrega. «El psicoanalista es alguien que propone que no hay que cambiar y entonces está muy peleado con el presente y el futuro, porque todo cambia. El psicoanalista se ha quedado aferrado al retorno», concluye.