Bombardeos israelíes dirigidos a sitios militares con presencia iraní, entre estos una sede de investigación, cayeron el domingo en la provincia de Hama, dejando al menos 18 muertos, según fuentes sirias.
Dos fuentes de inteligencia regionales dijeron que uno de los objetivos del ataque en Siria atribuido a Israel es un gran centro de investigación militar para la producción de armas químicas ubicado cerca de Masyaf.
Según la información, el centro está habitado por expertos iraníes que se dedican a la producción de armas. El ataque tuvo como objetivo varios lugares cercanos a las ciudades de Homs, Hama y Tartus.
«Trece violentas explosiones se produjeron en la zona que alberga centros de investigación científica», indicó el observatorio sirio de derechos humanos (OSDH).
Allí hacen presencia «grupos proiraníes y expertos en desarrollo de armas«, agregó el monitor. La OSDH, que está basada en Reino Unido, dispone de una vasta red de fuentes en el país.
Fuentes en Siria dijeron que en el ataque fueron alcanzadas cinco bases de las milicias iraníes. Confirmaron la muerte de 18 personas, entre ellos por lo menos cuatro civiles, ocho militares sirios y seis aún no identificados, supuestamente de nacionalidad iraní.
Cinco blancos diferentes habrían sido alcanzados por medio de catorce misiles balísticos que lograron esquivar la defensa antiaérea siria.
Israel no asumió la responsabilidad directa por el ataque, pero el país está involucrado en batallas en cinco frentes contra fuerzas ligadas a Irán, Hamas en Gaza y Cisjordania, Hezbolá en Líbano, los Hutíes en Yemen y las milicias chiitas en Irak.
Desde el inicio de la guerra civil en Siria en 2011, Israel ha realizado ataques en ese país, en especial contra grupos proiraníes.
Las operaciones de Israel en Siria se han intensificado luego del ataque del grupo islamista palestino Hamás contra Israel, el 7 de octubre, lo que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza.